Algo maravilloso que podemos ver en Brasil.
Los grandes termiteros con forma de montículos que se alzan en tierras áridas, muestran al anochecer pequeñas luces verdes que crean una imagen mágica. Luces verdes parpadeantes que no son generadas por las termitas, sino precisamente por uno de sus depredadores.


El creador de este espectáculo y a su vez condena de muchas termitas es un tipo de escarabajo, el Pyrearinus termitilluminans. Este coleóptero,  también llamado escarabajo de fuego, se ha especializado en colonizar termiteros. Deposita sus huevos en la base de los termiteros, y cuando salen las larvas estas trepan por el termitero hasta encontrar un lugar donde formar una pequeña cueva en forma de U.

Una vez que las larvas han preparado su pequeña guarida, sólo tienen que esperara el anochecer para comenzar a brillar con su luminiscencia verdosa. Será entonces cuando algunas termitas con alas, aquellas cuya función consiste en aparearse para crear nuevas colonias, encontrarán su fatal destino. Las larvas atraen con su luz a estos individuos, aumentando la intensidad de su brillo cuando sienten que se acerca. Entonces, utilizando los pelos de su cuerpo, la larva realiza un rápido movimiento par lanzarse sobre la termita voladora atrapándola para devorarla. El daño a la colonia es nulo ya que durante la fase de enjambrazón, son miles las termitas voladoras que salen del termitero. Esa es precisamente la razón de que este escarabajo elija los termiteros como el mejor lugar para alimentar a sus crías; comida abundante.

Lo que parece una ciudad diminuta con numerosas luces parpadeantes no es otra cosa que una trampa mortal para las termitas que allí viven. Sin embargo es un espectáculo más de la naturaleza capaz de crear cosas tan bellas y curiosas como luces verdes en la oscuridad. Os dejamos el vídeo donde Josh García se traslada hasta el Parque Nacional de las Emas, en Brasil para grabar este espectáculo.