Hemos hablado muchas veces sobre el ataque invisible de las termitas. La forma en la que se alimentan de la madera, de dentro hacia fuera, hace que no nos demos cuenta de su presencia hasta que el daño ocasionado es considerable.

Eso puede pasar cuando adquirimos una vivienda de segunda mano, y pasado un tiempo al realizar una obra o simplemente por hundimiento de la madera, descubrimos la presencia de la plaga de termitas. La pregunta es, ¿podemos reclamar a quien nos vendió la casa? ¿Qué podemos hacer para dar solución al problema de termitas?

En cuanto a la reclamación al vendedor, el caso podría entrar en lo que se consideran vicios ocultos: desperfectos graves de la vivienda que no eran conocidos ni podían ser observados en el momento de la adquisición del inmueble, y que hacen que la vivienda pierda el uso o valor inicial. En caso de darse esa situación podría rescindirse el contrato, o hacerse cargo el vendedor del tratamiento contra termitas por parte de una empresa de control de plagas.  Sin embargo el mayor problema es que el plazo legal para la reclamación por vicios ocultos es de 6 meses desde la adquisición de la vivienda, y por tanto sólo será posible ejercitar esta vía dentro de ese plazo.

Si ya ha transcurrido ese plazo de 6 meses, la otra vía sería intentar reclamar a tu seguro por escrito para que un perito de la compañía valore el caso. Dependerá de la cobertura de tu seguro, y de si tu vivienda es unifamiliar o pertenece a un bloque de viviendas. En caso de pertenecer a un bloque de viviendas, tu propio seguro te indicará que se trata de un problema de todo el edificio, y la reclamación deberá dirigirse a la comunidad de propietarios.

Cuando se trata de un bloque de viviendas, el problema es de toda la comunidad, ya que las termitas subterráneas no se centran en una vivienda, sino que atacan al edificio en su estructura y con el tiempo a todas las viviendas del mismo. Cuando se realiza un tratamiento de eliminación de termitas mediante cebos, se consigue eliminar la totalidad de la colonia de termitas, librando al edificio por completo y a todos sus propietarios. Es por tanto un tratamiento que debe ser asumido por la comunidad de propietarios ya que existe una responsabilidad horizontal/vertical.