Siempre se ha dicho que con la llegada del otoño o el invierno, los insectos reducen su presencia. Sufrimos menos las consecuencias de una plaga de cucarachas, mosquitos etc., pero aun así, en algunos casos todavía están presentes. Sin embargo, ¿qué sucede con las plagas de termitas en invierno? ¿Su impacto es menor? ¿Desaparecen como los insectos? La respuesta es no.
Las empresas de eliminación de termitas aseguran que este xilófago no descansa durante todo el año, por lo que su voracidad se da en verano, primavera o invierno. Esto no facilita la labor de los profesionales ya que las medidas preventivas y de desinsectación tienen que estar presentes a lo largo de todo el año.
¿Qué hacen las termitas durante el invierno?
Lo que sí se puede decir es que la actividad de las termitas se reduce en invierno. Los insectos son animales de sangre fría por lo que no pueden producir su propio calor corporal. Esta es la explicación por la cual en los meses más fríos la presencia de insectos es menor o directamente desaparecen.
Sin embargo, las termitas tienen sus propias herramientas para combatir el frío, y poder actuar durante los 365 días del año.
Por ejemplo, está comprobado que las colonias están a mayor profundidad para evitar las gélidas temperaturas del exterior. Esto lo que hace es dificultar el acceso a viviendas o comunidades, pero en ningún caso el riesgo de padecer una plaga de termitas desaparece, sólo se reduce. Asimismo, por lo propia morfología de este especie se frena su fase de desarrollo y las reinas ponen menos huevos.
Por otro lado, también debemos tener en cuenta que en las comunidades de vecinos se dan las condiciones idóneas para que este xilófago encuentre el refugio perfecto. El calor de las calefacciones y la humedad de las viviendas son el cóctel adecuado para que sigan actuando. Además, a estos dos ingredientes hay que sumar el alimento en forma de muebles, rodapiés etc. Todo artículo fabricado con celulosa puede servir de alimento a este insecto.
Ahora que ya sabes que la actividad de las termitas no para ni durante diciembre, enero y febrero… debemos estar atentos a su presencia. Es verdad que resulta muy difícil detectar una infestación de termitas en invierno, pero su actividad no va a parar. Por eso, ante la más mínima duda o indicio lo más recomendable es ponerse en contacto con una empresa de control de plagas. Ellos conocen perfectamente su comportamiento y saben cómo actuar con el fin de solventar el problema con la mayor rapidez posible. Detectar rápidamente la presencia de este xilófago no va a terminar con la infestación, pero sí va a conseguir que los tiempos de actuación se reduzcan, solventando la situación con mayor celeridad.