Uno de los pueblos más turísticos y con más encanto que se encuentran en la Península, Albarracín tiene problemas con las termitas. La catedral de este idílico pueblo de la geografía turolense es víctima de este xilófago. Una empresa de eliminación de termitas será la encarga de realizar un tratamiento para conocer el verdadero alcance de la plaga.
En concreto, la zona afectada se trata de la sala capitular de la Catedral de Albarracín que se está rehabilitando para conservar más de 2.500 objetos artísticos sacros no expuestos en el Museo Diocesano de la localidad.
En un principio, la Fundación Santa María de Albarracín es la encargada de efectuar esta restauración que quiere devolver el aspecto original que tuvo en el siglo XVIII. Según informa el periódico Heraldo, toda iba por buen camino hasta que se halló en el antiguo suelo de madera túneles hechos por las termitas. Esta superficie ha sido sustituida por baldosas de barro, pero desde la Fundación creen que habrá que realizar un tratamiento contra la plaga de termitas en el entorno de la catedral para evitar su expansión. Además, esta supervisión no solo se centrará en el complejo, sino que también afectará a los edificios adyacentes.
Eliminar termitas con cebos
Según señalan desde la Asociación, la localización de este xilófago ha desatado la alarma en este municipio turolense ya que la estructura de muchas de las viviendas está realizada en madera, por lo que el problema puede ser bastante grave.
Asimismo, indicaron que el proceso de eliminación de termitas no consiste en sustituir la parte afectada por una nueva. El trabajo es mucho más metódico y una empresa de control de plagas deberá trazar un plan de revisión y actuación en caso de detectar la presencia de esta especie en otros rincones del templo religioso.
Aun así, desde la Fundación Santa María creen que el problema no pasará a mayores, ya que en los diferentes trabajos de rehabilitación de los espacios de la Catedral, en ninguno, ha habido rastro de la presencia de termitas.
La sala capitular de la Catedral de Albarracín no es el primero ni será el último edificio afectado por las termitas. Muchos de los Cascos Históricos o inmuebles emblemáticos de las ciudades han sido víctimas de este insecto. La riqueza artística de estas construcciones, muchas edificadas en madera, han hecho que las termitas sea una de las plagas más comunes en la Península. Zonas de la Cornisa Cantábrica como Euskadi, Cantabria o Asturias están familiarizados con este tipo de inconveniente cuya erradicación no es nada sencilla.
Para saber el alcance de la plaga y cuál es el mejor sistema de eliminación de termitas, la opción más adecuada es apostar por empresas de control de plagas. En todas las comunidades autónomas encontraremos profesionales con la capacidad y las técnicas necesarias para comprobar el nivel de infestación y emplear el tratamiento más adecuado. Apostar por compañías con experiencia nos ayudará a subsanar uno de los inconvenientes más graves que puede sufrir un inmueble.