En el reciente congreso profesional de conservación y tratamiento de la madera, Expocida Madera, se habló sobre la importancia de las labores de prevención frente a una plaga de termitas. Para ello se puso de ejemplo la situación que sufren en la isla de Tenerife, y como el no realizar este tipo de tareas a tiempo puede suponer un enorme coste tanto a particulares como a las administraciones públicas.
Uno de los ponentes que participaron en este congreso, el Dr. David Hernández Teixidor, doctor en Biología del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA) del CSIC, destacó que los trabajos preventivos son el primer paso a dar en la eliminación de termitas, recurriendo al ejemplo de Tenerife como el camino a no seguir.
Según el doctor Hernández, se calcula que la termita invasora (Reticulitermes Flavipes), la que está causando estragos en la isla, lleva al menos dos décadas presente. En ese tiempo esta especie se ha expandido por diferentes zonas de la isla acrecentando el problema y obligando a las instituciones a realizar una potente inversión (3 millones de euros) para erradicarlas. Eso sí, desde que se comenzaron a implementar acciones de control, hace un año, no se ha vuelto a detectar la presencia de este xilófago en los meses posteriores.
Eliminación de termitas
Para evitar casos tan graves como el de Tenerife, los expertos y las empresas de eliminación de termitas hacen hincapié en la prevención como una de las medidas más eficaces contra ellas. Según Anecpla esta especie representa un problema en toda la Península. Se calcula que a lo largo de toda la geografía hay un millón y medio de inmuebles con estructuras de madera y muchos de ellos estarán ya afectados. Por eso, llaman a adoptar una serie de medidas con el fin de evitar su expansión y que los diferentes agentes actúen bajo unos mismos parámetros.
Un buen ejemplo de ello es la obtención de la norma UNE 56418:2016. Un certificado realizado por el Comité Técnico de AENOR AEN/CTN 56 Madera y Corcho, y en el que Anecpla tomó parte. Este sistema regula los protocolos para hacer frente a la aparición de termitas subterráneas, siendo seguido por organizaciones, administraciones públicas y empresas de control de plagas. El objetivo de esta normativa es reglamentar la forma de actuar ante la detección de este xilófago en inmuebles y en entornos urbanos.
Con la adopción de estas medidas se dará mayor importancia a las labores de prevención en la lucha contra este insecto. Una labor coordinada entre profesionales permitirá combatir a uno de los mayores problemas que afectan a los cascos históricos de las ciudades y a las viviendas más antiguas que abundan por toda el territorio nacional.