Cuando nuestros ancestros comían termitas
24 de abril de 2018

En los últimos tiempos se habla del valor nutritivo de los insectos. Cada vez son más las empresas que aparecen en el sector de cría de insectos para producir harinas y otros productos basados en insectos, que se cree es el alimento del futuro. Sin embargo quizá no sea algo del futuro sino más bien del pasado.

Según los últimos estudios, la dieta de los primeros humanos estaba basada en el consumo de insectos, representando prácticamente la mitad de su dieta. Precisamente las termitas eran unos de esos insectos que no podían faltar en un buen menú. Unas excavaciones realizadas en Tanzania, han descubierto que nuestros ancestros se alimentaban de termitas. Encontraron un barro extraño que tras ser analizado resultó que era un termitero plagado de termitas. Esas mismas termitas coincidían con los restos de los dientes de estos humanos que vivieron hace aproximadamente 1,8 millones de años.

Estos primeros humanos vivían junto a termiteros de la especie de termitas también más valorada a día de hoy como alimento. Cuando parece que utilizar los insectos puede ser una solución novedosa para poder alimentar a la cada vez mayor población mundial, vemos que de novedosa tiene más bien poco.

Si las termitas suponen decenas de miles de millones de pérdidas en daños estructurales a nivel mundial, quizá ha llegado el momento de que paguen su deuda. Resulta ser un insecto de gran capacidad nutriente, que tras muchos años en el olvido, hemos vuelto a recordar.