Las empresas de eliminación de termitas siempre han apostado por los métodos más eficaces y menos dañinos para el medio ambiente a la hora de hacer frente a plagas de insectos. Las termitas y la carcoma pueden suponer verdaderos quebraderos de cabeza para comunidades de vecinos y lugares donde haya papel y celulosa. Pero ¿os sorprendería saber que la biblioteca de la universidad de Coímbra (Portugal) emplea murciélagos para controlar la carcoma?
Una vez terminado el horario de la Biblioteca Joanina, los trabajadores de este espacio desenvuelven unas fundas y las colocan sobre las estanterías, mesas y mobiliario, abren las ventanas y se van a casa. ¿Por qué hacen este proceso todos los días? Para que los excrementos de los murciélagos que entran para alimentarse de los insectos no dañen los libros que alberga en sus estanterías. Su método no puede ser más natural y ecológico ya que dos colonias entran todos los días para alimentarse de estas especies y evitar que estos insectos dañen el patrimonio histórico que hay en su interior.
Según la noticia aparecida en la web Xataka, este método de eliminación de carcoma se lleva empleando por los menos dos siglos y parece que es un sistema que funciona, ya que diariamente se alimentan de decenas de insectos. Según diferentes investigadores, cada noche este grupo de murciélagos vuelve y se alimenta pero no son suficientes y se marchan para volver horas después. Hay datos históricos que reflejan la adquisición de cubiertas de cuero para las mesas que aun hoy se usan para tapar las estanterías y demás mobiliario y protegerlas de los desechos de los murciélagos.
Eliminación de carcoma
Hay constancia que durante dos siglos se lleva haciendo estas labores de desinsectación de manera natural y combatiendo problemas tan habituales en este tipo de estancias como la carcoma (Nicobium castaneum) o los pececillos de plata (Lepisma saccharina).
Eso sí, desde hace unos años con la ampliación de la biblioteca se ha tenido que adquirir una cámara de anoxia donde depositar los libros para su desinsectación cada cierto tiempo. Las colonias no son capaces de abarcar tanto espacio y se ha apostado por la tecnología para seguir teniendo a raya a este tipo de insectos, que a pesar de ser diminutos, tienen un apetito feroz.
Lo sucedido en la Biblioteca Joanina es un claro ejemplo de que aunar los medio naturales con la tecnología puede dar un buen resultado en el control de plagas como la carcoma o las termitas. Las empresas de sanidad ambiental no dudamos en emplear los sistemas más eficaces para paliar cualquier tipo de situación originada por xilófagos.