Las hormigas, enemigas de las termitas
10 de noviembre de 2014

Las termitas, al igual que el resto de seres vivos, cuentan con numerosos enemigos. Ranas, arañas, colonias de termitas rivales, etc. Sin embargo las hormigas, que para el hombre resultan inofensivas, están consideradas como uno de los mayores enemigos de las termitas.

Aunque pueden parecer insectos similares, y ambos son considerados insectos sociales, son muchas las diferencias entre termitas y hormigas ya que incluso pertenecen a familias diferentes. Las hormigas al igual que las abejas y avispas, pertenecen a los himenópteros, y las termitas a los neópteros, contando con un origen evolutivo distinto.

No todas las especies de hormigas atacan a las termitas, pero una gran cantidad de especies lo pueden hacer si tienen la oportunidad.  Si clasificamos a las hormigas por preferencia alimentaria, podemos hablar de omnívoras, micófagas (cultivan hongos y se alimentan de micelio), gramíneas y depredadoras. A excepción de las micófagas todas las especies son depredadoras en mayor o menor medida, y combinan sus preferencias alimentarias con cualquier presa comestible con la que puedan lidiar con éxito en una batalla por mayor tamaño o número individuos.  Así pues, las hormigas son habitualmente el enemigo más común de las termitas, al encontrarse en ecosistemas similares que les hace coincidir en el camino e incluso en la forma en que construyen sus colonias, que en ocasiones son tomadas como nueva vivienda por las hormigas una vez conquistado el termitero.

La colonia de termitas se defiende mediante los túneles y paredes del termitero y utilizando a las termitas soldado, que cuentan con unas mandíbulas desproporcionadas respecto al tamaño de su cuerpo, ya que su única misión es la defensa ante cualquier ataque.

 

Las hormigas utilizadas en el control de plagas

Las hormigas son reguladoras de muchas de las poblaciones de insectos en el suelo y las plantas y por ello en países como China y Vietnam han sido utilizadas como agentes de control biológico de plagas, debido a su carácter eminentemente depredador. Como ejemplo, desde hace unos 3.000 años, poblaciones de la hormiga tejedora Oecophylla smaragdina Fab., se manipulan para la regulación de Tessarotoma papillosa Drury en los cítricos e incluso llegan a comercializarse en las ferias populares.