Las termitas superan a los arquitectos
22 de julio de 2014

El conocimiento del termitero, y de cómo éste es capaz de mantener una condiciones de temperatura, humedad y calidad de aire en general, ha asombrado a los científicos, y ya son muchos lo arquitectos de la actualidad que tratan de aprender de las termitas.

termitero arquitecturaLa principal virtud de las termitas en sus construcciones reside en su capacidad para dotar al termitero de un temperatura prácticamente constante de 30º C que la termitas necesitan para sobrevivir. Según el clima del lugar donde reside la colonia, las construcciones se vuelven más complejas para lograr la estructura de canales adecuada.

Así, las termitas de África subsahariana son capaces de construir termiteros donde la temperatura se mantiene en torno a los 30º C con una oscilación de tan sólo 1º C mientras que en el exterior la temperatura puede oscilar entre máximas de 42º C y mínimas de 2º C. Además también son capaces de mantener la humedad adecuada, así como evacuar el dióxido de carbono generado y permitir la entrada de oxígeno.

De esta forma las termitas son capaces de conseguir lo mismo que nosotros mediante nuestra tecnología artificial, pero ellas lo hacen de una manera más eficaz y eficiente. Las termitas consiguen esta eficiente climatización cavando una especie de acondicionador del aire, en la base de la estructura, que enfría el aire (cuando se requiere) por medio de cámaras excavadas en el barro húmedo y al mismo tiempo (cuando se requiere) envía el aire caliente a la parte superior, a través de un conducto basado en el “efecto Venturi”. Cuando es necesario, las termitas modifican los circuitos de canalización, con la apertura de nuevos túneles y el taponamiento de otros, para regular el calor y la humedad.

Este sistema de climatización sirvió de inspiración al arquitecto Mick Pearce, que inspirado en el termitero, construyó el centro comercial Eastgate Building en Zimbabwe. El edificio consta de cuatro paredes gruesas de mampostería en el exterior y un atrio de siete pisos de altura en el interior. El aire exterior ingresa a través de múltiples conductos de ventilación y la masa del edificio lo calienta o lo enfría en función de cuál esté más caliente: el hormigón de la estructura o el aire. Gracias a este sistema se utiliza un 90 por ciento menos de energía para la ventilación que los edificios convencionales de su tamaño.
Queda claro que es posible sobrevivir mediante energías totalmente renovables, nos lo demuestran las termitas, más numerosas que la especie humana, y capaces de sobrevivir con lo que la propia naturaleza les ofrece.
Puedes encontrar más información en este fantástico artículo de Adolfo Marroquín
https://blogs.hoy.es/ciencia-facil/2012/12/07/las-termitas-consumadas-arquitectos/